Bienvenidos

Bienvenidos a la realidad del mundo irreflexivo, bienvenidos a la orilla del mar nocturno con el que divago continuamente, bienvenidos al eterno nombre, a los sueños, a la luz, al tiempo. Bienvenidos...

domingo, 16 de noviembre de 2008

Eder en Lejanía

Dime ¿Quién te llama en esta noche?
¿Quién, sino mi voz, te recupera del infinito?
¿Y Por qué tus pasos sólo buscan esa senda que se aleja?
Has dejado mucho veneno a tu paso.
Pero me volví fuerte, para aún así amarte.
Y me volví insensible a las fantasías
Y a los sueños cargados de imágenes.
Bebí otros venenos por cuenta propia,
Para ser inmune a tus peligros.
Para estar presta el día que me pidieras socorrerte.
Y estas medicinas de fuego, me hicieron más grande el alma.
A tal grado que ya no reconozco la región donde habitas.

Y hoy llegas,
Sin que te reconozca.
Trato de tocarte y permaneces callado.
Está tu alma igual de vulnerable que la mía.
Están tus ojos aún firmes en esta noche de pactos.
Yo que probé espadas para comprenderte,
Y creí que mi defensa hacia ti, era en realidad buena.
Hoy me doy cuenta que poco tienes en mí,
Después de tanto dolor, y después de tanta guerra.

Pero te quedas quieto, como queriendo explicarme
Alguna historia de amor que sólo Dios la conoce.
No son tus labios mansos para palabras tan frágiles y volátiles.
Y despedazas todo.
Y te llenas de enfado.
Pero es cierto lo que dices, todo quedó consumado.

Y yo aquí te escucho, a la expectativa.
Llegan imágenes de sueños a tocar mi puerta.
Viejos fantasmas que aún no se olvidan.

Y tú te quedas aquí.
Equidistante del sol y de la noche.
Mirando al abismo como si esa voz te llamara pidiendo perdón.
Mirando tus pasos perderse en este camino de nadie.

Y reconoces entonces el veneno que dejaste.
Sabes que es mucho mal para un alma finita.
Eres ahora sensible a tus palabras.

-pero el presente no es eterno-dices-y tocas mi mano.

Te das cuenta que el mal es irreparable.
Te quedas aún más a la expectativa,
De saber dónde, cómo y cuándo nos conocimos.
Es ahora un juego de luces infinitas
En el que tú ni yo buscamos conocer
El punto donde concordaron estas palabras.

1 comentario:

Unknown dijo...

Me agrada la forma con la que escribes, muy simple, muy profundo. Aunque es un estilo conocido, puede dilucidarse la originalidad del "precepto poético". No sé si Eder exista, pero lo haces muy bien, aunque su existencia no esté cercana a tus palabras. Hoy sóy un admirador tuyo.