Bienvenidos

Bienvenidos a la realidad del mundo irreflexivo, bienvenidos a la orilla del mar nocturno con el que divago continuamente, bienvenidos al eterno nombre, a los sueños, a la luz, al tiempo. Bienvenidos...

miércoles, 29 de junio de 2016

Mi cuerpa y yo


















Cuerpa mía de cabello castaño y pequeños ojos cafés, plagados de preguntas. A ti y a mi nos ha tocado descubrir el mundo y nombrarlo. Veíamos de la noche, del silencio. Juntas hemos caminado por 15,878 días. Comenzamos siendo semilla y ahora somos árboles que dan frutos.


Cuerpa mía eres fuerte. Aunque pequeña y de piel frágil, podemos andar o correr, descender, trepar, nadar, soplar, gritar. Usar el corazón como caja de resonancia del universo. Me gusta sonreír contigo. Creo que eres de una belleza incalculable. Aunque nadie te mire, aunque nadie lo note. Hoy te lo digo: cuerpa, eres de lo más completa. Así, con tu sonrisa chueca y esa panza de lombrices. Con tus manías y tus deleites inconfundibles. Creo, cuerpa, que tu belleza radica en esos chispazos de genial inocencia, de equilibrada imperfección, y de tenacidad oculta en tus pies y manos.


Cuerpa mía eres única. Eres un amanecer que no se repite. Eres calor que irradia vida y plenitud. Eres esa piel que no nació para ser estándar, que nunca se comercializará ni se ajustará a los cánones de la moda. ¿Sabes? Mucho tiempo me creí infeliz contigo. Pero te agradezco por no ser proporcional a las expectativas de la gente. Así, bajita y encorvada, con las rodillas chuecas, los dientes apretados, las manos hechas garrillas, así, solitaria, dando tumbos, nos hemos abierto paso por la vida. Hemos amado y vivido el desamor. Juntas hemos sido mar y cielo, palabra y muro, una huella en el tiempo y una búsqueda eterna.


Cuerpa mía gracias por permitirme encontrarme contigo y porque este efímero momento llamado vida nos pertenece. Gracias por la satisfacción de escucharte y saberte enojada, triste, feliz, decepcionada, temerosa, inconsistente. Eres, mi cuerpa, un fractal que emana luces multicolores, cada vez que tocas una distinta faceta. La complejidad de tus profundidades me asombra. Eres pronta para sanar y restaurar el equilibrio. A cada paso que das me anuncias nuevas etapas por descubrir y eso me enriquece. 



Estamos creciendo cuerpa.  Volviéndonos árboles de fruto dulce y sombra amplia. Sé tú mi cómplice de aventuras y sigue deleitándome con tus canciones, con tu deseo de crear y servir a la humanidad, con tu vocación insaciable por ayudar al que sufre. Cuerpa, aprendamos a sentir cada vez más y más hondo. Desafiemos el paso traicionero del tiempo y leguémosle a la vida semillas de eternidad. Porque somos sólo tu y yo en este viaje. Hoy te digo que no te dejaré atrás, ni te pensaré como un equipaje. 



Hoy te digo, cuerpa, que no serás objeto ni sujeto, ni número, ni mercancía, ni prenda. Eres mi cuerpa y te defenderé por lo que eres, por lo que somos, porque esto es nuestro.